lunes, 29 de abril de 2013

La Musgaña. Entre Dos (Concierto presentación y nuevo CD)

Tuve el placer de poder asistir en inmejorable compañía a la presentación del nuevo disco de La Musgaña. Al haber de nuevo con cambios en la formación, acudía con ciertas reservas. Jaime Muñoz y Carlos Beceiro, dos de los miembros fundadores, son los que quedan ahora en el grupo. Y apuestan por una estética propia, por el sonido clásico de La Musgaña, pero adaptado muy mucho a espacios pequeños. Concebido para ser escuchados en teatros y salas de espacio reducido, la instrumentación ha variado ligeramente. Las gaitas se han abandonado (excepto la gaita charra) y su potencia ha sido sustituida por las flautas. Whistles, flautas oblicuas (Kaval) y sobre todo flautas traveseras. Todas ellas a cargo de Jaime Muñoz. En el apartado rítmico la variedad también es importante, y si bien ya no aparece la zanfona, en el CD se pueden escuchar mandolinas, mandolas, guitarras de todo tipo, cittern...a cargo, claro, de Carlos Beceiro. El resultado es un sonido menos compacto pero más cercano, más próximo a la lírica que al estruendo. Y sin embargo no carente de vigorosidad ni de encanto. El concierto comenzó con un tema en plan "aquí estamos, somos La Musgaña". Un arreglo con gaita charra y tamboril que recordaba al "Entradilla" de su CD "En Directo", y que me hizo recordar el primer concierto suyo que ví, en el año 2000. A partir de ahí, la cosa cambió. Empezaron a colarse ritmos y arreglos que siempre han estado cercanos a "la Musgaña". De repente, aparecía Irlanda en forma de polca o la India en forma de jota. Ritmos propios arreglados con instrumentos y con variaciones diferentes. Pasando de la alegría a la contemplación, el concierto fué transcurriendo entre temas emotivos, como la Marcha para Santa Ana, y temas más festivos pero elegantísimos, como las "Mazurcas", o las "Habas de Pesquera" con un arreglo final tipo jazz impresionante. Mención aparte merecen tres temas. El titulado "Almendros", una composición del antiguo miembro del grupo Quique Almendros que recuerda lejanamente a las "seguidillas del Diablo Cojuelo" del primer disco del grupo. El titulado "Trapero" compuesto por los actuales miembros del grupo, una pequeña maravilla en ritmo de 5/8 y que recuerda a los charros que en otras épocas arreglaba La Musgaña. Y por último la versión de "Ya se van los pastores" que puede provocar el llanto en los más sensibles a la belleza. Este último acompañado en el concierto por "Espejo, Sol y Luna" un ajechao que aparecía en "Temas Profanos". En definitiva un concierto intensísimo, una evocación de los ritmos mesetarios tamizados esta vez por sonidos más suaves y envolventes y sin embargo absolutamente convincentes. Una pequeña maravilla, reproducido en un CD a la altura del mismo. Cualquier amante de la buena música debería escucharlo.