ruiz zafón

Hará cosa de dos años me dió por leer "La Sombra del Viento". Con mis reticencias ante la literatura que llamamos "de consumo", me senté a leer la obra.
Una obra de cierto grosor de las que no se leen en media hora (por la apariencia). Sin embargo no es un tostón. Se lee con agilidad, aunque no "rápido", porque está escrita como el mismo autor cuenta en la novela "como esas muñecas rusas con más muñecas en su interior" de forma que la historia se va tejiendo de manera nada casual ni convencional a través de varias historias "secantes". Secantes porque se tocan y se cruzan en un punto, para no volver a aparecer más, pero tambien convergentes, porque otras si que se entrecruzan, aparecen y desaparecen, y vuelven a surgir en el relato.
Es una buena novela, entretenida, con un toque de negrura, de fantasía que hacer que no se pueda adscribir a un único género y que entretiene bastante. Ambientada, por cierto, en la Barcelona de posguerra. Lo mejor de todo son los diálogos, ágiles, divertidos, que para los que saben algo (poquito) de historia, lo hacen divertidísimo. Ejemplo:
"-¿Y la potrilla?
-¿Que potrilla?
-La muchacha que se pasó por aquí preguntando por usted.
-¿Bea?
-Ergo existe.
-Si pero no es "mi" potrilla. TIene novio y es la hermana de mi mejor amigo.
-Leches, ni que fuera la hermana de Gil Robles..."
Y así. Muy divertido, como digo.

Y con cierto interés por habermelo pasado bien con ella, me puse en recientes fechas a leerme "El juego del Ángel", nueva novela de Ruiz Zafón, que sin ser una segunda parte se decía que "tenía que ver" con La Sombra del Viento.
Efectívamente, tiene que ver, y es en parte (pero solo en parte) una precuela de aquella.
El autor de nuevo vuelve a utilizar recursos semejantes como diversas historias que de forma más o menos geométrica (secantes, paralelas, convergentes...) van configurando el relato. Uno tiene la sensación de que ya lo ha leído, concretamente en el tomo anterior, pero lo peor es que el autor intenta acernos ver la locura que se va adueñando del personaje, y el que acaba más bien mareado es el lector.
Ambientada ahora en la Barcelona de finales de los 20, los diálogos vuelven a ser interesantes, pero el relato peca de un exagerado barroquismo que si bien no llega a los límites del culteranismo, a veces se hace un pelin pesado.
Sin aburrir, esta sí se lee en una tarde, o 2, completas eso sí, a pesar del grosor.
No obstante, sigue siendo entretenida, aunque le falte la emoción final de la anterior.
El autor parece que nos regalará otro tomo ambientado en el mismo mundo barcelones como colofon a una trilogía que por ahora podemos calificar de notable, pero mejorable