lunes, 25 de abril de 2011

La Musgaña 16-4-2011 (Directo)

Como decíamos en la entrada anterior, pasamos a describir y comentar el concierto de La Musgaña que tuvo lugar en el Teatro Salón Cervantes de Alcalá de Henares.
Era el primero que iba a ver con la formación actual y tenía cierta curiosidad al respecto.
El grupo presentó su último disco "Idas y Venidas". Y comenzó de forma soberbia con la interpretación de "El Buey", el tema que cierra el disco, como introducción al concierto. Y a partir de ahí, comenzó el deambular por los diversos estilos musicales de la meseta, al que La Musgaña nos tiene acostumbrados.
Pero no todo es igual. La propuesta rítmica hace hincapié en las jotas, seguidillas, molineras...ritmos típicos y reconocibles, aunque dejan un poco de lado (no totalmente) su apuesta rítmica más compleja. Los ritmos típicos de la zona de Salamanca y Zamora (Charros, charradas, ajechaos...) se han visto relegados a un segundo plano en este trabajo, aunque se dejan oir en fragmentos de los mismos.
La nueva formación (Jaime Muñoz: Gaita charra y tamboril, clarinete, flautas, gaita...; Carlos Beceiro : Cistro, archilaud; Diego Galaz: violín ; Jorge Arribas: acordeón) dota al grupo de una sonoridad algo diferente a la anterior. La contundencia con la que sonaba La Musgaña ha dado paso a la serenidad, a cierta sobriedad y a una mayor elegancia. El sonido es más tamizado, más suave. Y sin embargo absolutamente creíble. No se escucha ya el arrebato profundo, la colorida colección de sobresaltos rítmicos, y no se ve la increible colección de instrumentos que acompañaba al grupo.
Sin embargo esta nueva apuesta no es en absoluto despreciable. La riqueza ornamental ha ganado espacio, la interpretación sutil es ahora protagonista y los instrumentos brillan por igual. La gaita charra ocupa un primer plano pero ahora está acompañanada por flautas traveseras de madera y el clarinete, que dan un timbre menos potente y más moderno, al igual que el violín, que dota al grupo de mayor variedad en las melodía principales. El acordeón cromático aporta ritmo, armonía y melodía y brilla tanto en solitario como especialmente a la hora de acentuar ritmos. El cistro marca ritmos, tempos, pausas y entradas como solía y a ello añade alguna interpretación mágica como fué la de El Buey.
En definitiva, el grupo es capaz de proponer durante una hora y media los temas de su último disco, y luego, para solaz del personal, es absolutamente capaz de reflejar el antiguo sonido del grupo en 2 perlas apabullantes que formaban parte del antiguo repertorio:el mirlo y danzas de burgos. Una delicia para cerrar el concierto

1 comentario:

mikel dijo...

Aupa.

Como MUSGAÑERO, desde sus comienzos, puedo decirte que pocas veces he leido una crónica que exprese tan bien la sensibilidad y elegancia que desprende La Musgaña. PLAS, PLAS, PLAS,....

En un mes espero verlos en Leioa (BIZKAIA), con Kroke. Ansioso estoy de ello.

SALUD y Musgaña